Sombras del taller.
O al menos será así mientras no se dispone de una nave, en cuyo caso, sería la mente la que se situaría en el espacio. Pero en todo caso trabajas de un modo y en un lugar hoy y otro día puede ser en otro, dependiendo del clima o buscando el propicio. Renunciando en mi opinión a las manías pero sin dejar de ser meticuloso. Un taller puede reducirse a un cuaderno y un estuche o precisar de focos, andamios y pistolas de pintura. En mi caso y en especial para la exposición Futuribles, el taller se fué en busca de la sombra. Por muchas razones esa imagen etérea y volátil ofrece tanto material creativo que fue imposible reprimirlo. De la ingenuidad a la hipótesis, paseando por la sorpresa y el desequilibrio entre lo real y lo imaginario. En mi opinión para saber dibujar una cosa es necesario saber imaginar sus dimensiones. Sin embargo, la dimensión precisa, o ligeramente deformada que provoca la sombra informará sobre lo real desde la óptica de lo imaginario, sobre la distancia entre ambas cosas y la intensidad lumínica que recibe el sujeto ausente.
Sombra del Jazmín proliferación de planos |
Trabajando para futuribles... en proceso...
Sombra del rosal Equilibrio entre problema y solución |
Sustentación asimilación y ruptura |
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